Es muy habitual encontrarse con la aserción de que cualquier empresa ya dispone de un Código Ético o de Conducta y de que eso le protege de cualquier deterioro de su imagen pública en materia de ética y cumplimiento.
Hace algún tiempo, con motivo de la detención de Salvatore Lo Piccolo, alias el Barón, el “último padrino” de la Cosa Nostra en Sicilia, leí en un diario un detalle del supuesto Código de Honor de la Mafia que el propio Piccolo, parece, llevaba consigo:
- Prohibido prestar dinero directamente a un amigo. Si es necesario hay que hacerlo a través de una tercera persona.
- No desearás a la mujer del prójimo.
- Prohibido mantener cualquier tipo de relación con la policía.
- El verdadero hombre de honor no se dejará ver por bares y círculos sociales.
- Estar disponible en cualquier momento, incluso si tu mujer está a punto de parir.
- Puntualidad y respeto de manera categórica de todas las citas.
- Se exige el respeto a la esposa.
- Decir la verdad a cualquier pregunta y en cualquier situación.
- Dignidad Mafiosa: Se puede matar, extorsionar y traficar, pero nunca robar el dinero de otras personas o de otros clanes mafiosos.
- La Organización no permite la entrada de quien tenga un familiar en las fuerzas del orden, haya traicionado sentimentalmente a su mujer, tenga mal comportamiento (¿?) o no demuestre valores morales.
Todo ello estaba escrito en una estampita que, dicen, se quemaba a la vez que se recitaba: «Juro ser fiel a la Cosa Nostra y, si la traiciono, que se quemen mis carnes como se quema esta estampita«.
Código ético o de conducta
Salvo el número 9, no podemos decir que la propuesta no sea intachable. No obstante, eliminando la primera parte del 9, (Se puede matar, extorsionar y traficar) hasta sería legalmente aceptable al no ir en contra de las leyes, la moral o las buenas costumbres…Y sin embargo, se esconde mucho crimen y mucha tristeza detrás de este Código.
Moraleja:
El firme convencimiento de que el cumplimiento con la ley y el respeto a las personas y al medioambiente es lo único que da verdadero sentido a un Código Ético. Todo lo demás son estampitas que se queman…